Betty Chinchilla Morales se casó con Rafael Mora Solís y formaron una familia de 7 hijos. Ella siempre luchó porque todos estudiáramos. Lamentablemente mi hermana Nuria, siendo la hija mayor, solo pudo sacar el sexto grado, porque éramos muchos en nuestra familia. Nuestro padre Rafael estuvo de acuerdo en ello, pues nuestra madre necesitaba ayuda en la casa y no contaban con recursos para tener esa ayuda necesaria. Pero después de Cecilia, la segunda hija, los demás fuimos al colegio, y a la universidad, 4 de ellos. Gracias a eso, la mayoría gozamos hoy de pensión de jubilados.
Cuenta Cecilia que nuestra madre se esforzó al máximo para que nosotros estudiáramos; por ejemplo, cuando quiso aprender a escribir a máquina, le compró una máquina de escribir de segunda y la matriculó en la Academia Smith Corona en Guadalupe. - También la matriculó en el Colegio Napoleón Quesada y ahí sacó su Bachillerato. - A nuestra hermana Vilma la llevó a donde Sor María Romero, para que aprendiera a manejar máquinas textiles. - También nos contó que la Maestra Norma y ella quedaron viudas en los mismos días pero, por tener una profesión, la situación fue mucho mejor para la maestra.
Doña Betty tocó todas las puertas necesarias para lograr becas en la Universidad de Costa Rica, para que nosotros sus hijos pudiéramos tener una carrera y un futuro mejor.
Años después Cecilia realizaría una Tesis de Grado sobre las patentes de la Municipalidad de Goicoechea, material que fue adquirido por el IFAM y sirvió de base para convertirse luego en ley de la República de Costa Rica; nuestro hermano Rafael es un próspero empresario, licenciado en Banca y Finanzas y yo, tengo seis títulos de la Universidad de Costa Rica en Pedagogía.