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Anécdotas sobre Hernán

“Mi Papá siempre me decía que había que ser voluntarioso y cuidar los empleos. Recuerdo que una persona me contó que conoció a mi Papá cuando trabajaba en el proyecto de construcción de la Central Hidroeléctrica Fortuna (Edwin Fábrega) en Gualaca, a finales de los años ’70 y que en alguna ocasión, de repente, cayó un aguacero y la cuadrilla de empleados corrió a guarecerse de la lluvia, mientras que mi Papá se quedó cubriendo los equipos y las herramientas. Posteriormente le asignaron una cuadrilla de trabajadores.”
Hernán De Jesús Mora Guerra, Nanchi.
“Cuando conocí a Don Hernán Mora Solís, mi suegro, era un hombre de 79 años. En sus rutinas pude percibir la vitalidad de sus años de juventud. Todas las mañanas se levantaba temprano a “calentar los huesos” haciendo algún trabajito en el patio, reparando algo y ocupándose de alguna tarea. Ese hombre serio y de pocas palabras tenía su lado sensible. Recuerdo que mi suegro disfrutaba cuando íbamos al supermercado, pero su principal preocupación era la comida de “los perritos”. Siempre estaba pendiente de que estuvieran bien, con agua y comida. Cuando me casé con Hernán, me llevé mi perrita Summer y don Hernán la acogió con cariño…luego llegaron Muñeca y Bismarck que lo entretenían y se echaban a lado de la silla donde leía el periódico. Mi suegro fue un hombre con gran sensibilidad y respeto por las mascotas.”
Isabel Aminta Adames Samudio.
“Recién nos casamos, mi hermano Javier, ayudó a Hernán a armar un mueble para nuestra habitación y mi suegro estaba pendiente al trabajo de carpintería que estaban haciendo. Cuando terminaron el trabajo, don Hernán le obsequió a mi hermano unas herramientas llamadas prensas para madera… Así era él, desprendido y con el ánimo de ayudar. Recuerdo además que estábamos en plena remodelación de la casa y mi suegro estaba pendiente de los albañiles y le rendía un informe del trabajo que habían hecho a Hernán, todos los días. Mi suegro fue un convencido del valor del trabajo bien realizado.”
Isabel Aminta Adames Samudio.
“Y puedo decir también, con todo orgullo, que mi padre trabajó en la construcción del Hospital Regional Rafael Hernández, inaugurado en 1974. Uno de los grandes logros de nuestra altiva provincia chiricana.”
Hernán De Jesús Mora Guerra, Nanchi.